Es desde Italia donde nosotros lanzamos por el mundo este manifiesto nuestro de violencia arrolladora e incendiaria, con el cual fundamos hoy el FUTURISMO, porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, arqueólogos, cicerones y anticuarios.” –Filippo Tommaso Marinetti, El Futurismo, 1909.
El futurismo fue un movimiento artístico de vanguardia, que surge en Italia. Su fundador fue el poeta Filippo Tommaso Marinetti, quien en 1909 publico en manifiesto del futurismo en donde escribió todas las propuestas, no sólo artísticas de su movimiento, sino también literarias, políticas y sociales. Uno de los aspectos más característicos de este movimiento, que Marinetti deja muy claro en su escrito, es la búsqueda de una agresiva ruptura con el pasado artístico italiano (El Renacimiento); que se había convertido en una carga y una ancla para los jóvenes artistas italianos. Marinetti incluso llega a escribir: “¡Y vengan los alegres incendiarios de los dedos carbonizados! ¡Hélos aquí! ¡Hélos aquí!… ¡Vamos, den fuego a los estantes de las bibliotecas!…¡Desvíen el curso de los canales, para inundar los museos!…” Dando a entender, que la tradición artística italiana tenía que ser desechada y destruida.
En cuanto a aspectos técnicos, el futurismo retoma del cubismo, la deconstrucción de los objetos y la visión simultanea de múltiples perspectivas. La diferencia principal con respecto del cubismo es que los futuristas buscaban representar en sus obras la fuerza y el dinamismo interno de las cosas, el movimiento y la velocidad. Así por ejemplo la Bailarina Azul de Severini, no intenta representar el espacio o múltiples perspectivas, sino el movimiento de ella. Para lograr su objetivo de representar la velocidad y el movimiento, los futuristas crearon composiciones de colores vibrantes. Hicieron uso de la abstracción y deconstrucción de los objetos a la manera cubista. Consiguieron crear ritmos mediante las formas y los colores.
En cuando a los temas de sus obras, el futurismo fue un movimiento agresivo, que exaltaba la guerra, el patriotismo, lo sensual. Se enfocaban en representar lo moderno: el bullicio de las ciudades, los automóviles, aeroplanos, máquinas y deportes. Las nuevas máquinas inventadas por el hombre eran el futuro y hacia allá querían dirigirse los futuristas.